Vendemos ironía.

sábado, 17 de marzo de 2012

Ateos heréticos

En la sociedad moderna hay una serie de debates de ateos vs creyentes y con agnósticos de por medio. Los argumentos son diversos y nadie logra tener una posición clara en el debate, por lo cual se acaba atacando a los actos más despreciables de cada parte y la discusión acaba por convertirse en un espectáculo de zoo, concretamente digno de la jaula de nuestros parientes cercanos que proyectan excrementos con sus apéndices anteriores.

Por eso habré de distinguir en categorías: los ateos buenos, los ateos malos, los creyentes buenos, los creyentes malos.
Básicamente los "malos" son los intransigentes con las opiniones de los demás que no llegan a analizar el por qué de su propio pensamiento. Por parte de los creyentes están los fanáticos y por parte de los ateos están... bueno, una triste mayoría. Los fanáticos los conocemos bien por su inflexibilidad religiosa y su fervor, así que los dejaremos para otro día.

A los ateos malos se les conoce por repetir una y otra vez que no hay dios, que no hay un más allá y que todo rastro de cultura sagrada ha de ser eliminada de la tierra. Entre ellos hay individuos que quemarían iglesias y colgarían a curas solo por estar en su camino hacia el progreso, el cual suele consistir en alguna clase de utopía comunista o anarquista en el peor de los casos.
No se cuestionan el por qué de la religión, su sentido y su influencia de las civilizaciones humanas a lo largo de la historia. Simplemente quieren acabar con ella. Tampoco están tan lejos de los fanáticos a nivel intelectual. Por eso ambos son malos.

Y luego están los buenos. Los creyentes buenos son aquellas personas que tienen una fe que conocen bien, de la cual se informan y no fuerzan a nadie a adoptarla ni hablan de ella constantemente. Simplemente es un aspecto más de su vida cotidiana que no hace daño a nadie y que tampoco se ve afectada por las críticas de fuera, las cuales solo hacen daño si uno está inseguro de sus creencias.

El ateo bueno es más difícil de encontrar. Mucho más difícil. Cuando uno oye en los medios de la sociedad moderna la palabra ateo, sabe que ciertos sectores se revuelven en sus asientos incómodamente recordando una época que no vivieron en persona o los enemigos de los políticos muertos y sus acólitos. El ateo tiene una mala imagen gracias a los políticos de izquierdas, quienes no sabían el significado de su falta de fe y no buscaban entenderlo, sino que aceptaban a ciegas que no había dioses tras los rayos. Irónico, cuanto menos.

Entonces, ¿cómo debería de ser un ateo bueno? Alguien que no reniega de las religiones, que entiende el sentido de la fe humana. ¿Y cuál es ese sentido? Primero ha de ser buscado y razonado por uno mismo, después esas conclusiones contrastadas con la historia y la ciencia, con los saberes que el hombre ha ido acumulando a lo largo del tiempo. Personalmente, el sentido de la fe reside en la evolución. Es un pegamento social que une grandes comunidades y evita males mayores que si no estuviese presente. Sí, las guerras de religión son violentas y muy conocidas en el mundo, pero no más crueles que las políticas o territoriales.

La religión une más personas de las que separa en una proporción apabullante, lo cual ya significa un éxito rotundo de esta herramienta social. Los creyentes prosperan entre los hombres y esa marca genética es la que la gran mayoría de la humanidad lleva consigo. ¿Cuántos ateos hay en el mundo? 2'5% según la Wikipedia. Y estamos en el siglo XXI, lo cual significa que la fe es una característica humana. Viene impresa en los genes del mismo modo que la orden de generar un par de ojos, un par de brazos y algo de pelo aquí y allá. Todos por definición tienen fe, ya sea en un dios todopoderoso o en alienígenas. Incluso el hecho de que un trozo de papel donde está la inscripción de "5 euros" vale realmente 5€ es un acto de fe.

La fe también sirve para otras cosas. Para no volvernos locos por ejemplo. Por ejemplo la expresión de 1=1 parece una evidencia, ¿pero cómo sabemos que es cierta? Tenemos que creérnoslo. ¿Y la realidad? ¿Cómo sabemos que algo es "real"? Pues lo mismo. Tenemos que hacer acto de fe y creernos que es real. Porque si no tuviésemos esa herramienta acabaríamos siendo inconscientes de la diferencia entre sueños y realidad y moriríamos antes de llegar a reproducirnos. Biológicamente seríamos un fracaso estrepitoso, así que la fe está ahí para que sigamos adelante con nuestras vidas y podamos dar paso a nuevas generaciones que continuarían con el hilo de la vida (recordemos que la inmortalidad se alcanza a través de la progenie).

Entonces, una vez dicho lo que es la fe y su papel en la vida humana, pasaré a relatar cómo es un ateo bueno en la segunda parte de esta entrada.

jueves, 8 de marzo de 2012

Crisis

Hoy he visto la crisis en la puerta de mi casa. Que dos testigos de Jeováh no mencionasen ni una palabra sobre su señor y sí sobre la avaricia en el trabajo me preocupa.

domingo, 4 de marzo de 2012

Hipster

Yo ya era mainstream antes de que ser mainstream fuese mainstream.