En algún punto del futuro las máquinas sustituirán a las personas en el puesto de trabajo, permitiendo a toda la humanidad descansar del trabajo físico (y puede que intelectual, pero eso lo dudo bastante porque confío demasiado en el espíritu de exploración que nos caracteriza).
Claro que en una sociedad sin trabajo necesario habría toda clase de nuevos problemas, como qué hacer durante todo el día.
En primer lugar se prohibiría ser un lastre para el sistema sanitario con problemas como la obesidad, por ejemplo. Nadie podría estar en casa viendo la televisión o navegando por Internet todo el santo día mientras descuida la forma física. Si no se trabaja el deporte resultaría obligatorio para todos los liberados del esfuerzo físico.
Aunque suene a utopía un mundo de gente esbelta, sería bastante autoritario. La reproducción estaría estrictamente controlada, pues es natural que la gente se reproduzca en momentos de tiempo libre.
También habría restricciones a la hora de elegir un trabajo en el caso de que se quisiera escapar del comunismo utópico automatizado, como el propio hecho de tener un trabajo. No todo el mundo está destinado a ser un científico ni un explorador espacial, así que sería muy difícil suplir la demanda de laboratorios y naves espaciales. Con tanto tiempo libre muchos talentos se verían liberados para autorrealizarse y no hay buenos profesores para tanto genio.
Y aunque parezca increíble, habría hasta opositores a este comunismo robot, donde todo estaría hecho por máquinas y donde sólo trabajarían los que así lo deseasen (siempre en trabajos que no acaparen tantos recursos económicos como la ciencia o la exploración, o que el monopolio robot permitiese). Esa gente podría elegir vivir como ellos quisiesen, siempre y cuando los robots lo permitiesen. ¿Acaso alguien dudaba de que el gobierno estaría robotizado también?
Esto es el comunismo robot, no la democracia robot. Aquí se elige vivir bajo eterna abundancia, no cuánta abundancia se quiere para vivir.
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