Vendemos ironía.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Tres Enfados (1ª parte)

Muchos se preguntan por qué existen los antisistema, por qué hay quien arremete contra instituciones basadas en el poder del ciudadano, de por qué desean acabar con el mundo que conocemos. Conforme uno crece, se va dando cuenta de que algo de razón tienen. No en la forma de actuar, no en los eslóganes programados que vomitan, sino en que el sistema tiene algo mal. Es como un hombre testarudo al que le duele la espalda, pero que nunca va al médico.
Al sistema le duele la educación, la democracia y comienza a ser senil. Pero es demasiado terco como para pedir ayuda, confiando en que sus viejos huesos se curen solos.

Le duele la educación, un sistema donde lo único que se premia desde párvulos hasta la cátedra es la mera memoria, el repetir como un loro lo que nos enseñan. ¿Qué nos enseñan? Datos, reglas, fórmulas, quién escribió qué. Nunca el por qué, nunca el para qué, nunca el para con quién.

¿Por qué hay que saber el Teorema de Pitágoras? ¿Por qué tengo que saber lo que son las funciones lineales? ¿Por qué tengo que aprenderme lo que es la transición demográfica? ¿Para qué necesito saber quién fue Kant, Cervantes o Dostoievsky? ¿Qué es la Teoría de Juegos?
Para aprobar el examen.
El 99% de los estudiantes no lo sabe. Simplemente lo estudian, lo memorizan y lo sueltan en el examen, rezando por que aprueben, traer buenas notas y ganar un diploma que les permitirá repartir periódicos en el metro. Si soy el único que cree que algo falla aquí, por favor, comuníquenmelo.

El sistema educativo solo busca que la gente memorice cosas, no que las sepa aplicar o para qué fueron creadas. Pitágoras enunció su teorema, pero los egipcios ya lo usaban para delimitar sus cultivos, de donde aparecieron los primeros indicios de cálculo integral, usado para clasificar y ordenar datos, además de la ciencia estadística.
Las funciones lineales son la representación abstracta de cualquier proceso en el tiempo y en el espacio, sea cual sea su naturaleza.
La transición demográfica te dice por qué eres más alto que tu padre, y éste más alto que tu abuelo. También explica por qué la gente se muere de hambre en el mundo y por qué nunca hay que dar dinero a las ONGs. Nos enseña el por qué de la existencia de los supermercados, por qué tenemos autopistas de tres carriles en vez de calzadas de piedra y por qué los chinos en China solo pueden tener un hijo.
Lo que escribieron esos tres personajes solo sirve para tener una referencia de quién son los clásicos y a quién hay que leer para tener una mente capaz de expresarse con claridad y sin faltas de ortografía, pues la comunicación es esencial. También enseñan cosas sobre el pensamiento humano, sobre que hay cosas más allá de las que estamos acostumbrados a pensar, que hay límites para la imaginación y que la locura la padecemos todos. Conocimiento universal en este mundo plagado de personas.

¿Y esto acaso lo ha dicho algún profesor? No, nunca.
¿Por qué Kant escribió esto? Como nadie hace la pregunta en su momento, el profesor ni siquiera está capacitado para responderla. Su respuesta sería: "qué más da, tú apréndetelo, que queda una semana para el examen y tienes que aprobar, porque si suspendes es malo".

Todos hemos de aprobar cosas, superar pruebas, recitar de memorieta el año del descubrimiento de América, la invención de la impreta y la máquina de vapor. Nadie nos enseña por qué se crearon, qué pasaba en esa época en lugares distantes del mundo y por qué el pasado repercute en el futuro. Solo hemos de saber que Felipe VII va después de Carlos IV y que Hitler era malvado. ¿Algún libro de bachillerato acaso cuenta por qué Hitler subió al poder, o siquiera cuál era su discurso político? ¿Acaso alguien enseña por qué existía el arte románico y fue sucedido por el gótico? No, simplemente tienes que saber que Hitler fue un dictador alemán, que el románico consistía en iglesias pequeñas y oscuras, que el gótico tenía arcos altos y acabados en punta junto con bellos rosetones de colorines.

No enseñan que el románico era pequeño y lúgubre porque la gente vivía en aldeas explotada por señores feudales y que no tenían esperanza alguna de salir de aquella situación, que si naces campesino te jodías y morías campesino, y tus hijos, y sus hijos y así hasta el fin de los tiempos. Joder, nadie te enseña que esa gente estaba deprimida y era pobre, y que por eso tenían miedo de Dios y sus puñeteras iglesias eran tristes como la muerte de un gatito.
Pero tampoco enseñan por qué de repente aparece el gótico. Yo os lo contaré: el dinero comenzó a valor algo, y el clero junto a los nobles tenían en qué gastarlo: en adorar a Dios. La vida es rosa, así que le haremos una gran catedral llena de luz y color, que se oiga la música de los coros, que los fieles se queden pasmados ante la grandiosidad y la generosidad del Señor. Por eso el gótico era diferente: porque tenían dinero y toda la felicidad que éste puede comprar.

¿Acaso lo enseñan? Y una mierda. Esa clase de cosas hay que averiguarlas por uno mismo, deteniéndose a pensar en las consecuencias de un cambio socio-económico en la Edad Media. ¿Qué cambio se enseña en clase? Que Pepito V sucedió a Juanito III. Ponlo correctamente en el examen y tendrás una buena nota. ¡Felicidades! Te has ganado una palmadita en la espalda si eres pobre y una Playstation si eres rico.
Este es el asco al que hay que estar sometido durante veinte años, durante los mejores veinte años de nuestras vidas. Después da gracias que logras trabajar de becario hasta los 30 y puedes permitirte ver la tele de 9 a 11 todas las tardes en el sofá de tu casa hipotecada.

Y un huevo. El ser humano no está hecho para esca clase de escoria, este sistema autocomplaciente donde la media de coeficiente intelectual es 100 y nadie se da cuenta que están llamando retrasados a la mitad de la población, aunque se lo merezcan.
Sabemos de lo que somos capaces. Hay individuos que se ganan la vida investigándolo, descubriendo facetas nuevas del cerebro y su funcionamiento. Un hombre no tiene que memorizar datos, para eso están los libros. Para eso precisamente fueron inventados, para no tener que memorizar esta clase de escoria. Yo no soy un almacén de datos andante, soy un ser humano. Tengo un intelecto que deseo usar, al cual confío darle el mejor uso posible para la obtención de mi felicidad y de aquellos que me acompañan en la vida. No entiendo por qué tengo que terminar este sistema educativo, especializarme en una serie de disciplinas repetitivas y desempeñar un mismo trabajo hasta el día de mi muerte.
Uno ha de ser capaz de saber qué herramientas usar en cada situación, y ahora que tenemos TODA la información del universo conocido disponible en la palma de la mano, ¿a qué está esperando el sistema?

Un hombre ha de ser capaz de llevar la contabilidad de su hogar, calcular una hipoteca, resolver un problema matemático que incluya la velocidad de varios aviones, escribir sin faltas de ortografía, leer y disfrutar un buen libro, pintar en sus ratos libres, cantar en la ducha y crear chistes al instante. La especialización es para los insectos. Yo soy un mamífero y supuestamente he heredado el universo, así que tengo derecho a hacer lo que me plazca mientras use mi cabeza para todo.

Repita conmigo:
No soy un insecto.
No soy un insecto.
No soy un insecto.

Tómese una pausa, respire. Repítalo cuantas veces haga falta, sin prisa.

Y bien, si ahora no lo ha hecho porque posee cierto escepticismo, felicidades: si duda es que tiene un indicio de que hay algo en su cabeza que funciona de un modo distinto al de los insectos.
¿Lo va entendiendo?

Continuará...

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