En diversos cuentos de ciencia ficción se ha hablado de una posible máquina que lograse simular todas las posibilidades en el universo y así predecir el futuro. Algo así como una supercomputadora cuántica que simula el universo con todo detalle y nos da los resultados para que actuemos en consecuencia. Vamos, como echar un vistazo al futuro. Mejor que la meteorología.
Pero a partir de eso surgen ciertos problemas filosóficos. Si un ordenador tan potente puede simular el universo, significa que podría simular a la gente que lo habita. Podría predecir el estado mental de alguna persona relevante y predecir, por ejemplo, una guerra o un descubrimiento científico. Para ello, crearía personas simuladas que reaccionarían como las personas reales, incluso crearía a las mismas que hay en el momento que realiza la simulación. Podríamos vernos a nosotros mismos en el futuro, o en el presente viéndonos a nosotros mismos en el presente y un montón de paradojas, como que si vemos lo que va a pasar no podremos evitarlo y se cumplirá (profecías autocumplidas) y cosas por el estilo.
Luego, a parte de pensar que podríamos ser una simulación de algún ordenador, surge otro dilema. Si un ordenador puede simular un universo igual a este, significa que puede simular otro ordenador que simule universos, que a su vez simulará otro ordenador que simule más universos y así indefinidamente.
¿Hasta qué punto serían fieles las simulaciones? Supongamos que nosotros nos encontramos en el mundo real, llamémoslo nivel 0, y un simulador crea una realidad simulada (donde nadie sabe que está siendo simulado), siendo el nivel 1. Luego, el ordenador del nivel 1 simula otro universo, y ese será el nivel 2, así hasta el nivel infinito.
Nivel 1 = Nivel 0
Nivel 2 = Nivel 2
...
Nivel n = Nivel n-1
Obteniendo:
Nivel 0 = Nivel n
Si la simulación es perfecta al 100%, podremos alcanzar el infinito. Sería algo así como una visión de espejos puestos uno frente al otro, pudiendo ver el final.
En cambio, si la simulación no fuese perfecta (por aquello del Principio de Incertidumbre) acabaríamos llegando a un nivel X.
Suponiendo que la simulación es de una perfección del 50% y sigue habiendo un ordenador en el siguiente nivel:
Nivel 1 = 1/2 Nivel 0
Nivel 2 = 1/2 Nivel 1
Nivel 3 = 1/2 Nivel 2
Por tanto:
Nivel 2 = 1/4 Nivel 0
Nivel 3 = 1/8 Nivel 0
Eso significa que iríamos reduciendo a la mitad cada nivel simulado, hasta que llegue a un nivel X donde la máquina sería incapaz de simular más porque simplemente habría llegado a alguna singularidad cuántica imposible de predecir por mucho poder de simulación que se tenga, o que el universo fuese tan imperfecto que nada podría existir si fuese más irregular.
De repente, me asalta una duda. ¿Qué pasaría si el ordenador funcionase como la imaginación humana? Ya sabemos que es cuántico y que todas las posibilidades caben en su interior simultáneamente (más que simular el universo, simularía el multiverso, pero bueno), pero supongamos que imagina más allá de esas posibilidades. Pensaría en mundos imposibles y aun así tendrían sentido porque partes fundamentales como sus habitantes se regirían por principios sacados del universo simulado. Vamos, que simularía más de lo que debe.
Sería como si a un ingeniero le pides diseñar una grúa en 100horas, y puesto que se lo puede permitir, la diseñará en 80h y le sobrarán 20h para diseñar un camión. Es una analogía algo burda, pero podría ser así. La máquina simularía el universo pedido, pero también podría simular, a parte, otro universo de cierta complejidad. Al final habría más de un universo dentro de la máquina, con lo cual serían simulaciones de más del 100%.
¿Y si lo encadenásemos?
Nivel 0 = 1/2 Nivel 1
Nivel 1 = 1/2 Nivel 2
Por lo que:
Nivel 0 = 1/4 Nivel 2
O a la inversa
Nivel 2 = 4 Nivel 0
Habría más contenido en el simulador que en el mundo real, lo cual sería inquietante hasta el punto que habría un multiverso simulado que llegaría a ser tan complejo que sería más real que la propia realidad.
(Paréntesis para comunicar un pensamiento: quizá nuestro mundo es tan complejo porque alguien simuló demasiado bien otros universos y ahora tenemos que aguantar toda esa astrofísica y cuántica cuando seguramente todo esté hecho, de, no sé, piezas de Lego en el nivel 0)
¿Y qué tiene que ver con la asimetría? Pues que si la simulación es del 100%, son universos simétricos. Si es de menos o más, obviamente ya no. Y puesto que soy d ela opinión que solamente existen 3 números (0, 1 e infinito), clasificaría a los simuladores en la siguientes categorías:
Entre el 0 y el 1 sería un simulador imperfecto, demasiado débil para profundizar en los niveles hasta el infinito.
El igual a 1 sería el perfecto, el del 100%, como un espejo sin deformaciones.
El superior a 1 daría mucho miedo, porque sería como un dios con más información de la que existe, escapando al propio universo en el que funciona. Volveríamos a entrar en el dilema del dios máquina, anteriormente comentado aquí.
Me voy a simular.
sábado, 16 de julio de 2011
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