Lo que nosotros no sabemos es que somos un mundo persistente en un juego masivo en línea que recrea una realidad alternativa para una civilización superavanzada que en vez de soñar con dragones y mazmorras en un pasado fantástico como lo hacemos nosotros, sueña con un mundo moderno e inestable lleno de todo lo que vemos a nuestro alrededor. Somos la fantasía macabra de una civilización que atravesó la edad moderna sin percances.
Por eso Jesús era un jugador que cuando hackeó el servidor se montó la de Dios es Cristo.
miércoles, 8 de agosto de 2012
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